lunes, 17 de octubre de 2011

La historia.

Hay una historia, que cada vez que la recuerdo, me provoca una lágrima. Miento. Son más lágrimas. Y son muchas porque la historia es tan hermosa, tan perfecta que cuesta creer que tuvo fin. Y nadie la cuenta mejor que tu y nadie se atormenta tanto con ella como tú.

Pero me cuentas mas historias, y me pierdo en ellas, pensando que alguna de ellas sea la historia de mi vida. Pero yo quiero contar mi propia historia y volverla aún mas hermosa que la original: una nueva historia.

La niña bonita que logró ser feliz... Así la llamaría. Y al mismo tiempo tu escribes tu historia, igual de hermosa.

lunes, 25 de julio de 2011

Necesito.

Necesito tiempo, pero que pase rápido.
Necesito paz, tanto interior como reflejada hacia los demás.
Necesito expresarme, y no solo con palabras.
Necesito escuchar, para no quedarme muda.
Necesito amar, porque si amara no sería nadie.
Necesito que me escuchen, porque no me gusta hablar sola.
Necesito vivir, porque no gano nada con encerrarme en una caja.
Necesito distraerme, porque todo me recuerda a ti.
Necesito aceptarte, aun no entiendo cómo puedes ser así.
Necesito ser feliz, y para eso tengo que sonreír. Sonreír aunque los motivos se hayan ido.
Necesito encontrar nuevos motivos entonces, y gente que pueda dármelos.
Necesito valorarme, porque aun no me considero capaz de salir adelante. Al menos no ahora.
Necesito seguir siendo fuerte, no dejarme caer por lo que vea, escuche o sienta.

Eso es lo que necesito, y aunque nunca leerás esto, te prometo que seré feliz.

jueves, 21 de julio de 2011

Hoy.

Hoy:
No dudes de ti. Cree en todo y en todos. 
Cambia muchas veces de opinión. Piensa sólo en lo que te hace sonreír. No dudes de nada. Si hoy cambias de opinión no es que dudes, es que has aprendido que hay opciones. 
Empieza lo que tanto tiempo has planeado.
Termina lo que dejaste a medias. Pon en práctica lo que aprendiste. Habla de tus sentimientos.
Cambia lo que no te gusta. Agradécele a alguien que te ha ayudado. No pienses en mañana.
Dile a esa persona, a quien no te atreves a hablarle, lo que quieres decir. Haz esa llamada que tanto has prometido hacer cuando te encuentras a un conocido en la calle. Disfruta lo que tienes.
No llores por lo que todavía no es tuyo. No llores por lo que no se te ha perdido. Ten paciencia.
Sé fuerte. Acepta. Piensa que hoy es lo que tú quieres que sea. Apúrate a sanar porque, si pasa algo que te duela, piensa que hoy es lo único que tienes. Es tu vida, así que hoy haz todo lo que tengas que hacer.

martes, 12 de julio de 2011

With or Without You

Al menos un día quería dormirme antes de las 3 de la mañana, pero contigo no se puede. Buscas las madrugadas para decirme todo lo que callas en el día. Anoche fue diferente, no lloré tanto como otras noches, y creo que también entendiste lo que quiero, lo que siento y lo que puedo. Fue un gran avance de ambos, al fin expresamos lo que esperamos del futuro pero como siempre: ambos queremos cosas diferentes.

Dices que tu felicidad esta conmigo y lucharas por ello, yo digo que mi felicidad está en donde yo la quiera buscar y encontrar y no me cierro a una idea nada mas. Dudo que cambies de opinión o idea pronto, pero solo espero que eso no te haga daño en el futuro.

Llueve, llueve cada tarde pero ya no solamente en mí.

viernes, 8 de julio de 2011

Lucha.

¿Qué si quiero que luches por mi? Yo daba por perdida la batalla desde hace meses. Y de pronto me dices que no dejarás de luchar por mi hasta el final de tus días, que valgo lo suficiente como para que me olvides o estés con alguien más. Que no amarás a nadie tanto como a mi. Que ninguna persona te hace sentir como yo, porque yo soy TU persona que te hace y siempre te hará feliz mas que a nada.

No insinúo que me estés mintiendo, al contrario, valoro lo que me dices y la decisión con la que lo estas afrontando. Pero... ¿dónde quedo yo en esta decisión? ¿Qué hago mientras? Puedo seguir con mi vida, te lo aseguro, pero puede que llegue el día en que de pronto me digas: "estoy con alguien, dejé de luchar porque encontré a alguien que me hace feliz, espero no te moleste". No me molestará, me alegrará que puedas ser feliz de otra manera. Ahora, que pasaría si yo llegara y te dijera mientras estas en tu lucha: "estoy con alguien, me hace feliz y quiero pasar el resto de mis días con él". Te destrozaría, no me lo niegues porque te conozco. Y yo no podría perdonarme el hecho de lastimarte. Aún no me lo perdono. Y ese dolor, no te lo mereces.

Pero me contestas que si yo conociera a alguien más es porque tu no habrías luchado bien... ¡Ese complejo de  atormentarte por todo, de sentirte culpable por todo! Pero bueno, te deseo suerte y éxito en tu lucha, y si llegara a resultar ganada, será únicamente porque mi felicidad será plena. Si la pierdes... bueno, creo que también encontrariamos la felicidad ambos, con otras personas, en otros momentos, lejos de nosotros.

Te quiero, lo sabes.

miércoles, 6 de julio de 2011

Un nuevo comienzo...

Pregunta de todos los días de todo el mundo, hacia mi: "¿Cómo estas?". Respuestas que reciben de mi: "bien", "creo que bien", "hay la llevo", "he estado peor", entre otras. Respuestas que gustaría dar: "bastante bien, gracias por preguntar", "muuuy bien, no podría estar más feliz ahora", "rebien, no podría sonreir más en este momento". Respuestas sinceras que no doy para no escuchar sermones: "mal, me la pasé llorando toda la noche", "no dejo de sentirme mal desde hace varias semanas", "ya me cansé de llorar", entre otras.

Una pregunta, múltiples respuestas. Una decisión, miles de lágrimas.

Me despierto cada día tratando de evitar ese pensamiento en mi mente. Desayuno, almuerzo y ceno luchando conmigo misma. Prendo la televisión, la computadora, el iPod intentando no pensar en ningún recuerdo. Pero es difícil, demasiado; todo me recuerda a él: canciones, frases, objetos, lugares, personas, miradas, movimientos...

Pero hay personas hermosas que me rodean, que me animan, que me ayudan a salir adelante y me escuchan. Me dicen lo fuerte y bella que soy, me admiran porque ven que he tomado las adversidades con actitud y decisión.

Y día a día, siento que el dolor es menos, las angustias también, y aún con ciertos altibajos, estoy saliendo adelante. El pasado me persigue, hiere mi presente, pero mi futuro no. Yo decido mi futuro y en él solo se acepta felicidad. Lo que sentía hace unos meses ya no era felicidad verdadera (aunque llena de amor), se estaba debilitando poco a poco. No quería llegar al punto de quiebre, al del odio y resentimiento, y aunque ahora sienta dolor, no se compara con el que hubiera sentido si seguía engañándome a mi misma. Tal vez fui egoísta  pero no culpable. Nadie lo fue.

...